martes, 26 de febrero de 2013

El primer boceto LauLaraLarito

Hola amig@s. Aunque aún tengo el blog en construcción, quería inaugurarlo con una imagen del primer boceto que hice cuando me embarqué en esta aventura de los Cuadros Infantiles.
Y en pocas semanas podré presentaros mi trabajo.


Se trata de una Anjana. Un personaje de la Mitología Cántabra.


La anjana es el ser bondadoso por excelencia de Cantabria; protege a las gentes honradas, a los enamorados y a quienes se extravían en el bosque o en los caminos.
Las anjanas son mujeres de hermoso rostro. Sus cabellos son largos y finos, adornados con flores y lazos de seda. Se visten con delicadas y bellas túnicas de seda blanca. Llevan sandalias (aunque algunos dicen que van descalzas) y un báculo con extraordinarias propiedades mágicas; con este báculo se dice que realiza sus magias y curaciones milagrosas.
El origen de las anjanas nadie lo conoce; aunque se rumorea que son mujeres santas que Dios manda al mundo para realizar buenas obras y tras cuatro siglos vuelven al cielo para ya no regresar. También se dice que son espíritus de los arboles que tienen encargado cuidar de los bosques.
Se suelen alimentar de miel, fresas, almibar y otros frutos que les proporciona el bosque. Viven en grutas secretas de las que se dice que tienen el suelo de oro y plata y en las que acumulan riqueza para la gente necesitada.
Pasan el día andando por las sendas del bosque, sentandose a descansar en las orillas de las fuentes y los arroyos parecen cobrar vida a su paso. Allí, en las fuentes, conversan con las aguas, que entonces manan más alegres y cristalinas. También ayudan a los viajeros perdidos, a los pastores, a los animales heridos y a los árboles que la tormenta, el viento o el ojáncano ha quebrado.
Durante las noches, en algunas ocasiones, se pasean por los pueblos dejando regalos en las puertas de las casa de aquellos que se lo han merecido por sus buenas obras. Se dice también que las anjanas se reúnen en el comienzo de la primavera en los altos pastos de los montes y danzan hasta el amanecer asidas de las manos en torno a un montón de rosas que más tarde esparcen por los caminos. Aquel que encuentre una de estas rosas de pétalos rojos, verdes y amarillos será féliz hasta la hora de su muerte.



Son hadas buenas de la montaña, son mieles y blanduras en su espíritu, reflejos de bondades, de misericordias, de mansedumbres, de virtudes, muy hermosas y cabales, son la parte buena del alma de la imaginación, de la fe, en estas hechiceras dulcísimas que alivian las penas, las zozobras, las inquietudes, las ansias, el hambre, la sed y el dolor.
Son un espíritu eternamente sosegado, de mes de Mayo, de noche de estío, de remanso transparente. Sensacines de lo divino. Sementeras y rocios inefables en sus manos pálidas, de sus ojos verdes y serenos que miran amorosamente.
El corazón de las anjanas es una rosa muy grande, con muchas gotas de miel en las hojas y un rocíu que díz que son las lágrimas de la madre Dana.
Antes del amanecer han aderezado su cabellera, con peines de coral y lazos de seda, despues se hincan y rezan una jaculatoria por todas las desgracias de los hombres. Andan lentamente por los senderos, se sientan a descansar a la orilla de los arroyos y los pajarillos les cantan canciones que solo ellas logran entender, conversan con las aguas...
La voz de la anjana diz que es lo mesmo que la voz de los angeles. Unas veces paez un ruiseñor (cuando están contentas y otras paez escarabajeu del pisar de las ojas en otoño
En el solsticio de primavera, a la media noche, se reunen en las brañas y danzan hasta el amanecer asidas de la mano, esparcen rosas y quien logre encontrar una de estas rosas que tien petalos encarnados, verdes, amarillos y azules, será feliz hasta la hora de su muerte.
No hay suplica sin merced, ni virtud sin regalo, ni lástima sin remedio, ni amargura sin alivio cuando la invocación es sincera y se hace al amanecer en el punto y hora en que la anjana deja asomar su báculo por entre las flores que rodean a la torca
Nos contó una moza de Carmona que se le apareció una anjana con el pelo suelto, largo y castaño, con picaya en la mano, con zapatos de piel parda, vestido ligero y parecido a la gasa blanca, Ojos verdes y con corona de flores en su delicada cabeza, bajita y bien parecida:

"Anjana de la compasión
aliviame el corazón
dame un pocu de consuelu
del que diz bajas del cielu
dame un pocu de alegria
en las horas de esti dia
dame un pocu de la miel
y haz de la pena estiel
Anjana de la güena suerti
las mis penas son de muerti
dame tu la bendición
y aliviame el corazón."

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